Cirugía del Contorno Corporal

• ABDOMINOPLASTIA
• LIPOSUCCIÓN
• CIRUGÍA DE LOS GLÚTEOS (Gluteoplastia)
• CIRUGÍA DE LOS BRAZOS (Braquioplastia)
• CIRUGÍA DE LOS MUSLOS (Cruroplastia)

Es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo extirpar el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen, reforzando la musculatura de la pared abdominal. Con ello, conseguimos un abdomen más plano y firme, con una cintura más estrecha.

Está indicada en mujeres y hombres con exceso de grasa subcutánea localizada en abdomen, cuando por otros procesos terapéuticos no ha sido posible lograrlo. Especialmente indicada en mujeres que, tras embarazos, sus músculos se han distendido sin llegar a recuperar el tono anterior y que con el paso del tiempo han perdido la elasticidad de la piel y han acumulado grasa localizada en el vientre.

Según la zona de disposición grasa abdominal, en ocasiones puede ser suficiente una mini-abdominoplastia o una liposucción. En otras ocasiones podemos asociar una abdominoplastia con liposucción de flancos o de caderas para armonizar su contorno y conseguir una silueta estéticamente atractiva.

Se practica bajo anestesia general en quirófano y puede durar de 2 a 4 horas. Se dejan unos drenajes con un vendaje y se coloca desde el quirófano una faja que deberá llevar el tiempo que se le recomiende. El alta hospitalaria es a las 24 o 48 horas dependiendo de la evolución postoperatoria.

Los resultados de una abdominoplastia pueden ser definitivos siempre y cuando sean acompañados de una dieta saludable y no haya aumentos de peso importantes. Deja cicatrices permanentes aunque pueden disimularse fácilmente.

La vuelta a la vida normal acostumbra a ser entre 15 días y un mes.

Es un procedimiento quirúrgico para eliminar depósitos grasos en distintas zonas del cuerpo: caderas, muslos, rodillas, tobillos, brazos, abdomen, mamas, cara, cuello, etc. No es un tratamiento que vaya a substituir la necesidad de pérdida de peso y sirve para eliminar la grasa localizada.

Se realiza en quirófano, de forma ambulatoria o con ingreso dependiendo de la extensión y el tipo de anestesia empleado, dependiendo esto de la cantidad de grasa a extraer  y pudiendo ser así con epidural o bajo anestesia general. La duración es variable, pero es entre 1 a 2 horas.

Del quirófano ya sale el paciente con una faja para disminuir la hinchazón o sangrado, aunque las complicaciones graves ocurren frecuentemente al extraer excesiva grasa y ser realizados en centros no equipados ni autorizados.

Las cicatrices son mínimas y sus resultados de esculturización pueden ser permanentes siempre y cuando entendamos que no es el sustituto de una dieta para bajar peso y que debemos alimentarnos adecuadamente sin subir peso de manera ostensible.

La incorporación a la vida diaria es de unos 10 a 15 días.

Consiste en la colocación de prótesis con la finalidad de dar volumen a la zona glútea y elevación. Puede ser necesaria en personas que padecen una lipodistrofia de esa zona o bien ser de características genéticas.

Se realiza en quirófano bajo anestesia general o raquídea. La introducción de la prótesis puede ser a través de una incisión interglútea y se coloca debajo del músculo. La duración es de 1 a 2 horas, colocándose drenajes y el alta hospitalaria es al día siguiente.

Dependiendo del tipo de trabajo que realice, la incorporación a la vida normal puede ir desde pocos días hasta 2 o 3 semanas.

El lifting de brazos es un procedimiento quirúrgico que mejora la forma y tersura de los brazos, mediante la eliminación del tejido flácido y descolgado de la parte interna de los mismos, mejorando su aspecto.

Se realiza en quirófano bajo anestesia general y su duración es de unas 2 horas. La incisión es en la parte interna del brazo, para así poder ser disimulada con las prendas de vestir.

La vuelta a la vida normal es unos 15 días después de la intervención.

Es un procedimiento quirúrgico que mejora la forma y textura de las piernas, mediante la elevación del tejido que se ha ido descolgando de muslos y nalgas con el paso del tiempo.

Se realiza en quirófano bajo anestesia general o epidural y dura unas 2 o 3 horas. La incisión acostumbra a estar en la cara interna del muslo a nivel de ingle, de manera que puede ser fácilmente disimulable con la ropa interior y de baño.

La vuelta a la vida normal es al cabo de unos 15 días.